Iota deja incomunicados a 35 municipios de Nicaragua

El devastador huracán Iota se degradó el martes a categoría 1 tras azotar con fuerza una vasta zona del norte y Caribe de Nicaragua, donde provocó inundaciones, destruyó un número no determinado de viviendas y dejó incomunicados a por lo menos 35 municipios, muchos de los cuales permanecen sin energía eléctrica, informaron las autoridades.

Iota se aproximó a Nicaragua el lunes como un huracán categoría 5 y se degradó a 4 antes de tocar tierra por la noche en la zona costera de Haulover, unos 17 kilómetros al sur de Bilwi, capital de la región del Caribe norte que había sido castigada 13 días antes por el potente huracán Eta.

En un informe preliminar, Guillermo González, director del estatal Sistema de Atención de Desastres, dijo que el ciclón provocó “caída de árboles, postes de luz y techos” de viviendas, iglesias y locales públicos, aunque aseguró que hasta el momento no se han reportado personas fallecidas.

Asimismo, las comunicaciones quedaron interrumpidas en Bilwi y la mayoría de los poblados de la región, donde el Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) registró “serias afectaciones a los servicios” de telefonía e internet, además de cortes en el suministro de energía eléctrica por la caída de postes a causa de los vientos.

Telcor indicó en un comunicado que al menos 35 municipios de cinco departamentos del norte y del litoral caribe norte, entre estos Matagalpa, Jinotega, Bluefields, Nueva Guinea y Nueva Segovia, están incomunicados.

Marcio Baca, director de Meteorología, dijo que el huracán mantiene vientos de unos 130 kilómetros por hora y se desplaza a 15 kilómetros hacia el noroeste con dirección a Honduras, donde se espera que llegue en la noche como una tormenta tropical.

Baca señaló que el impacto de Iota es severo debido a que las lluvias se han acumulado y los suelos en el Caribe norte están saturados hasta en un 95 %, dejándolos propensos a nuevos deslizamientos de tierra e inundaciones. En la zona el gobierno mantiene la alerta roja y la prohibición de zarpe para embarcaciones civiles.

Si bien los mayores estragos han ocurrido en el Caribe norte, el gobierno informó inundaciones en la sureña provincia de Rivas, donde el río Ochomogo aumentó de nivel y obligó a la evacuación de un número no determinado de personas, dijo González.

Señaló que las inundaciones bloquearon la carretera de entrada al balneario de Tola, en el sur, y que las autoridades monitorean también la situación en la isla de Ometepe, situada dentro del también sureño lago Cocibolca, debido al riesgo de deslizamientos.

González confirmó que más de 40,000 personas fueron evacuadas de sus viviendas, de éstas 38,000 solamente en Bilwi.

En Bilwi, el empresario Adán Artola Schultz se apoyó en la entrada de su casa mientras fuertes ráfagas de viento y lluvia arrastraban el agua a torrentes por la calle. Observó con asombro cómo el viento arrancaba la estructura del techo de metal de una casa de dos pisos y la volaba como si fuera papel.

“Es como balas”, dijo sobre el golpeteo de las estructuras de metal en el viento. “Es doble destrucción”, agregó, refiriéndose a los daños causados por Eta.

“La situación se ve exacerbada por el hecho de que Iota toca tierra en casi el mismo lugar donde lo hizo el huracán Eta de categoría 4 hace menos de dos semanas”, indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en un comunicado.

Eta mató a más de 130 personas en la región debido a que las lluvias torrenciales provocaron inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en partes de América Central y México.

“Este huracán es definitivamente peor” que Eta, dijo Jason Bermúdez, un estudiante universitario de Bilwi, mientras los vientos rugían antes de que Iota llegara a tierra. “Ya hay muchas casas que perdieron sus techos, cercas y árboles frutales que fueron derribados”, agregó. “Nunca olvidaremos este año”.

Eta destruyó los sistemas de captación y canalización del agua de lluvia. Quienes tenían pozos los han visto contaminados por agua de mar y aguas residuales de letrinas primitivas. Los cultivos también fueron destruidos en gran parte y los pescadores todavía estaban tratando de reparar y recuperar sus botes.

Iota es la trigésima tormenta con nombre récord de la extraordinariamente ocupada temporada de huracanes del Atlántico de este año. También es la novena que se intensifica rápidamente esta temporada, un fenómeno peligroso que ocurre cada vez con más frecuencia. Esta actividad ha centrado la atención en el cambio climático, que según los científicos está provocando tormentas más húmedas, más fuertes y más destructivas.

El investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado, Phil Klotzbach, dijo que Iota es el último huracán de categoría 5 registrado, superando al huracán de Cuba del 8 de noviembre de 1932.

El final oficial de la temporada de huracanes es el 30 de noviembre.

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