La OTAN, como Mark Twain
Emmanuel Macron fue el último en hablar de la defunción de la vieja alianza, a la que declaró en estado de muerte cerebral. No le faltaban razones para su sombrío diagnóstico. La mayor de todas, la animadversión de Donald Trump, un presidente que no entendía de alianzas ni de valores compartidos, sino de transacciones comerciales coronadas por el pronto pago de las facturas.