Don Adriano “era un ser humano extraordinario, inquieto estudioso y solidario”

Un ambiente cargado de nostalgia se esparce en el interior y los alrededores de la Funeraria Corazón de Jesús de Moca, donde están expuestos los restos de Adriano Miguel Tejada, nativo del municipio, intelectual de numerosos quehaceres profesionales.

En presencia de familiares, amigos, profesionales y autoridades se despide al hombre solidario cuya brillantez intelectual le hizo rebasar las fronteras mocanas, dijo el alcalde del municipio, Miguel Guarocuya Cabral.

Cabral dijo que el legado de Tejada es infinito e inmarcesible.

“Me acuerdo cuando en una emisora local junto a grupo de comunicadores asumía la comunicación a través de la emisora, como un baluarte de defensa a los derechos barriales, comunitarios y clubísticos, y él siempre hacía de la comunicación una defensa insoslayable a esos intereses comunes”, dijo al referirse al amigo a quien cariñosamente llamaba “Liche”.

El exsenador de Espaillat, José Rafael Vargas, dijo que el historiador es un referente obligado y una especie de guardián de la sociedad.

“No conocí en los últimos años a un ciudadano de la dimensión intelectual de Adriano Miguel Tejada”, agregó.

Sus restos están expuestos en la capilla A, de la Funeraria Corazón de Jesús, a donde también han llegado amigos y compañeros de profesión de Santiago, como el abogado constitucionalista José Darío Suárez, cuya amistad, desde hace 42 años, se forjó en los pasillos y salones de clase de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm).

En esta institución Tejada fue, en principio, asistente del rector y profesor de historia, cátedra de donde dice logró convencerlo de cambiarse al Departamento de Ciencias Jurídicas.

Suárez recuerda que dirigió la revista de esa cátedra a la que reformó su formato y contenido, haciendo un éxito de la que llamaron “La Segunda Época”.

Rememora que el destacado periodista creó los cursos para legisladores sobre Derecho Parlamentario y Constitucional.

Se dedicó a la cátedra de Derecho Constitucional, en la dejó un legado en la formación de generaciones de profesionales.

Amigo de infancia, con el que recorrió la calle Colón de Moca, José Pereyra vino también a despedirle.

Resaltó el desprendimiento, lo humano y decente de su amigo, al que, dice, pese a su elevado conocimiento, “no se le fueron los humos a la cabeza”.

Recordó que hace 15 días lo vio y Tejada le dijo que se retiraba para dedicarse a sus nietos e hijos.

“Nos sentimos conmovidos con la muerte de Adriano”, lamentó.

El presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Provincia Espaillat, Gabriel Guzmán, dijo que el país pierde a uno de sus pro hombres.

“Adriano no solo era un ser humano extraordinario, inquieto estudioso y solidario, sino una lumbrera intelectual, un historiador de primera, el mayor conocedor de la historia de Moca”, aseguró Guzmán.

Expresó que su compueblano impulsó los principales proyectos intelectuales y culturales de Espaillat.

Dijo que fue fundador de la Asociación para el Desarrollo de Espaillat, en 1975, fundador del Ateneo Insular, también de los grupos culturales, entre ellos el Templo de la Fama de la Provincia Espaillat, del cual era vicepresidente, entre otros aportes.