La pandemia deja atrapados a miles de migrantes en un Yemen en guerra
Ocho montículos de piedras se confunden con los mojones que delimitan unas desérticas tierras, propiedad de las tribus que habitan este poblado yemení de Jemer, al sur de Ataq, capital de la provincia de Shabwa. Rudimentarias lápidas con nombres escritos en rotulador azul recuerdan que aquí terminó de forma abrupta el sueño que emprendieron ocho personas en busca de una vida mejor, todos etíopes, tras lanzarse en la ruta migratoria rumbo a Arabia Saudí. Murieron ahogados en el cruce en patera desde Yibuti o desde el puerto somalí de Bosaso, las dos rutas principales para alcanzar las costas de Yemen, y pasaje obligado hacia el reino saudí.