La pandemia y la crisis económica lastran el primer año de Alberto Fernández en Argentina
El 10 de diciembre de 2019, cuando juró como presidente, el peronista Alberto Fernández esperaba sacar a Argentina de dos años de recesión e inflación récord y terminar, de una vez por todas, con el default de la deuda externa contraída por su predecesor, Mauricio Macri. Prometió además cerrar la grieta política que desde hace casi 80 años divide a peronistas y antiperonistas. Contaba para ello con el apoyo del su partido -tan diverso en ideologías como pragmático-, el aval de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y las expectativas de una clase media deseosa de resultados tras el fracaso político del macrismo. La pandemia hizo añicos todas las previsiones, incluso las más pesimistas.