Jennifer López celebra por todo lo alto los 75 años de su madre Lupe
La cantante y actriz Jennifer López celebró por todo lo alto, pero respetando el protocolo de la pandemia, el 75 cumpleaños de su madre, Lupe.
Ha sido Lupe, nacida en Puerto Rico, de gran apoyo para la cantante y sus hijos. Además, su admiradora favorito, pues se ha visto en los conciertos cantando y bailando las canciones de la “Diva del Bronx”.
“¡Feliz 75 cumpleaños a mi preciosa mamá! Te quiero muchísimo, todos te queremos. Eres la definición perfecta de juventud a cualquier edad. Gracias por tu amor infinito, tu energía, tu apoyo ¡y por ser tú! Te quiero siempre”, expresó la cantante.
El cumpleaños de su progenitora Guadalupe, JLo lo celebró con algunos familiares y el resto mediante la plataforma Zoom el pasado 12 de diciembre. La sorpresa le robó unas lágrimas de emoción a la festejada.
Informa la revista Hola! que rodeada del amor de su familia, doña Lupe, como le dicen de cariño en su casa, fue consentida por sus dos hija, Jennifer y Lynda, entre globos morados, deliciosa comida, pastel y el amor de sus allegados.
Los mellizos de Jennifer López y Marc Anthony, Max y Emme, se conectaron por su abuela por videollamada.
Refiere la revista que para Jennifer no hay mujer más importante que su madre y en varias ocasiones ha presumido lo orgullosa que está de la mujer que le dio la vida.
En entrevista con Univision, JLo contó que se dio cuenta del gran amor que su madre sentía por ella, justo cuando ella se convirtió en madre de sus gemelos. “(Cuando te conviertes en madre) uno aprecia más a su mamá. Me acuerdo cuando los bebés tenían dos años, me dio una carta que decía: ‘El amor que tu sientes por Emme y Max es el amor que yo siento por ti’.
Esa carta me llegó mucho y dije: ¡Wow! Esa es la verdad… Ella siente así y ese amor que yo tengo por ellos… yo quería hacer todo bueno por ellos, protegerlos, amarlos y hacer todo el mundo perfecto para ellos, y eso es lo que ella sentía por mi… nunca lo pensé así”.
Destacó que su madre las tuvo muy joven y aun así hizo todo por educarlas y llevarlas por el buen camino.
“Ahora digo: ‘Wow, esa es mi mamá’. Hacía maravillas con tres niñas… a los 26 años de edad ya nos tenía a las tres (Lupe, Lynda y Jennifer). Yo tengo ayuda, ella no tenía nada… Uno llega a sentir mucho respeto por eso”.