No quieren que los llamen a capítulo
La Junta recién salida del horno es escobita nueva, pero todavía no empieza a barrer, y no puede adelantarse si lo hará bien o mal.
De momento no tiene problemas, ni los tuvo nunca, pues el PLD que la objetó en principio, sabía desde antes de comenzar el jaleo, que la fiesta estaba paga.
El manejo de la situación de Nueva York y otras demarcaciones en el exterior, que aquí se juzgó conforme, no es la mejor credencial.
Pero Nueva York es Nueva York, y política y partidariamente lo más ñoño del mundo. Ni inglés ni español: spanglish.
La prueba vendrá ahora cuando intente fiscalizar las finanzas de los partidos, que querrán “ayuda solidaria” y nada de contrato a futuro.
Ninguno quiere que lo llamen a capítulo, y como chivos sin ley que brincan y no pastan, forzarán salidas de la encerrona que impone la ley.
Cámara de Cuentas y Procuraduría que no se atrevan.
Aunque el cometido mayor será la revisión de la legislación de partidos y electoral. Años para aprobarla, y con una sola experiencia, deberá modificarse.
A prepararse, pues, para ver nuevamente la mañosería en pie de lucha.