Bruselas y Londres crean una estructura paralela a la UE encargada de vigilar el post-Brexit
Más que un adiós, el final del Brexit será un hasta la vista. El acuerdo comercial entre la UE y el Reino Unido que debe entrar en vigor el próximo 1 de enero establecerá una estructura de vigilancia y supervisión que replica en gran parte, aunque a menor escala, el entramado institucional que vela por la integridad del club comunitario. Las dos partes han acordado la creación de un Consejo de dirección, con presencia de la Comisión Europea y del Gobierno británico, y de 18 comités especializados, con competencias similares a las carteras de los comisarios europeos. El acuerdo incluso contempla la posibilidad de crear una Asamblea parlamentaria conjunta, compuesta por miembros del Parlamento Europeo y del británico.