Un pacto para un divorcio amistoso
Los socios de la UE, a través de sus embajadores en Bruselas, acordaron ayer por unanimidad la aplicación provisional del acuerdo que regirá las relaciones comerciales entre el Reino Unido y la UE a partir del 1 de enero de 2021. El documento, la última pieza necesaria para el divorcio, intenta mantener al máximo los lazos económicos entre las dos partes. No habrá aranceles, pero los negocios sí notarán los efectos del Brexit por el papeleo, los controles o la oferta de transporte.