La congresista Alexandria Ocasio-Cortez revela que fue víctima de agresión sexual
Una emocionada Alexandria Ocasio-Cortez ha contado este lunes por la noche en un vivo de Instagram que sufrió una agresión sexual en el pasado. La congresista demócrata compartió este hecho, sin entrar en detalles, mientras narraba lo vivido durante el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. Las dos experiencias -no relacionadas- le han supuesto un trauma. La demócrata criticó a los republicanos que quieren “pasar página” del acto de insurrección sin depurar responsabilidades. A su juicio, esta actitud responde al patrón de los abusadores. “Pensé que iba a morir”, ha relatado entre lágrimas sobre las cinco horas en que temió por su vida dentro del Congreso.
Una de las cualidades que se le reconocen a Ocasio-Cortez es su cercanía con sus seguidores. Desde el asalto al Capitolio había sostenido una conversación directa con ellos a través de su cuenta de Instagram, como suele hacer. Este lunes, sobre las 21.00 hora local, arrancó una emisión en directo. Nerviosa, pidió perdón a sus amigos y familiares por lo que iba a relevar. “No lo sabe mucha gente”, dijo con la voz quebrada. “Soy sobreviviente de agresión sexual”, continúo.
La congresista afirmó que los legisladores republicanos que dicen que no fue para tanto o le quieren bajar el perfil al asalto le recuerdan a las “tácticas de los abusadores”. Como sobreviviente de agresión sexual, dijo que estos traumas tienen dos aristas: cuando se viven y lo que viene después, la reacción del entorno. “Pensé que no tenía que compartir mi experiencia durante el asalto al Capitolio porque no es importante dentro de lo que sucedió o porque van a decir que estoy intentando que se trate sobre mí”, afirmó. Finalmente, decidió seguir la recomendación de los terapeutas del Congreso, que invitaban a compartir el trauma.
Los dos días previos al asalto la demócrata dijo que sentía “ganas de vomitar por el miedo” de lo que fuese a ocurrir el miércoles 6 de enero, el día de la marcha de los seguidores de Donald Trump que derivó en el asalto al Capitolio. Cerca de las dos de la tarde, sintió golpes muy fuertes en las puertas que dan a su oficina, como alguien quería derribar la puerta. No escuchaba voces, ni gritos, nadie se identificaba.
“Bum, bum, bum”, describió la congresista. Su asistente, que la acompañaba, le aconsejó que se escondiera. Entró a su baño y cerró la puerta. “¿¡Dónde está?! ¿¡Dónde está?!”, escuchó la voz de un hombre, cuando se dio cuenta de que ya había ingresado a su oficina. “En ese momento pensé que todo se había acabado (…) En retrospectiva, quizá fueron cinco o diez segundos, pero por mi cerebro alcanzaron a pensar muchos pensamientos. Pensé que iba a morir”.
Cuando finalmente se enfrentó al hombre, blanco, era un agente de policía del Capitolio, mirándola “con ira y hostilidad”. No tenía identificación, por lo que la congresista seguía ansiosa sin entender qué estaba pasando, “no sabía si estaba proyectando”. Su asistente le reconoció que no sabía si el policía estaba ahí para ayudarla o lastimarla. “Así de hostil parecía”. El agente les ordenó que se fueran a otro edificio. Sin escolta y sin ubicación específica. En ese momento, Ocasio-Cortez dice haber sentido que forma parte de la larga lista de personas que no pueden contar con la policía.
Encontraron finalmente a la congresista Katie Porter, y se refugiaron con ella. Abrieron los armarios para ver que no hubiese nadie, le pidió ropa deportiva para cambiarse. “Necesitaba un atuendo adecuado por si necesitaba saltar por la ventana. Estaba en tacones”. Pasaron cerca de cinco horas antes de que pudieran salir. “La gente tuiteaba ‘estoy bien, estoy segura’. Yo no lo hice porque no me sentí segura en ningún minuto de ese día”, lamentó.
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