La expresión “cosas veredes” no pertenece al Quijote, aunque sí un asunto que por años discuten especialistas. Pero ilustra situaciones que se dan en el día a día dominicano.

Una mujer que se desnuda frente al Palacio en reclamo de sus prestaciones.

Lo que no puede la ley, podría lograrlo una exempleada en cueros. El dramatismo, como “cosas veredes”, hizo a Obras Públicas hablar.

¿Había que llegar a esos extremos? Se preguntarán los de la acerca de enfrente, y acusarán al titular de insensible y todo lo demás que se les ocurra. Sin embargo, el caso va más lejos o da para más. Una situación general del Gobierno, pero también de la política en general.

¿Qué hacer con los antiguos empleados, cómo calmar a los activistas de campaña? La carrera administrativa fue un adelanto, pero pronto se olvidó.

Además ¿cómo se explica una política clientelista sin complacer a los clientes, a los que hacen el trabajo y esperan retribución?

El ejemplo exitoso aleccionará, y ningún modelo mejor para conseguir un pronto pago que muchas veces no se satisface por falta de fondos.

A partir de ahora, una amenaza:

– A que me encuero…

– ¡Háganle el cheque!

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