¿Género vs. institucionalidad?
Los partidos serán los últimos en enterarse, pero la falta de disciplina va a llevarlos al traste. No se respeta nada, y un día una cosa, y al siguiente otra.
La democracia es buena en cualquier escenario o circunstancia, pero la democracia en ocasiones debe negociar consigo misma un mínimo de consenso.
Este ánimo es pertinente sea que se esté en el gobierno o en la oposición, y si se carece de entereza en el gobierno, se pierde el poder.
Si es en la oposición se hará difícil, y hasta imposible subir las escalinatas del Palacio. Se mirará a los leones de piedra desde lejos.
En el encuentro del PLD del pasado domingo, se habló de unidad, pero, también, de disciplina; y más que elemental que la primera no se consigue ni se consolida sin la segunda.
En el viejo PRM, léase PRD, se proclamaba a voces que solo el PRD vencía al PRD, y se decía con tanta convicción que terminó siendo verdad.
Como segunda parte mala, un panorama de locura. El PRM femenino que se sabe perdido en las cámaras, se va a los frentes de Palacio a convencer al PRM masculino de la justicia de su causa.
Género versus institucionalidad, como si las cáscaras de guineo resbalaran solas.
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