Militares y policías en la palestra
La Operación Coral 5G sacudió nuevamente las bases del aparato militar dominicano, mientras el secuestro de un cabo de la policía descu- brió toda una trama de narcotráfico y delincuencia en dicho cuerpo en Barahona.
Los más recientes casos de corrupción en estos dos organismos no son para tomarse a la ligera y deben invitarnos a reflexionar sobre los tipos de militares y policías que queremos. No nos llamemos a engaño.
Las prácticas denunciadas en el caso Coral y en Barahona no han sorprendido a nadie. Más bien, la sorpresa ha sido que se haya tenido la disposición de procesar a quienes se supone son los paladines de la Justicia y el buen comportamiento.
Aquí se sabe que si auditan a los altos oficiales de cualquiera de los dos cuerpos, lo que se va a encontrar no es nada esperanzador.
Es tiempo ya de que la casa se ponga en orden en la Policía Nacional y en las Fuerzas Armadas. Esa puesta en orden pasa por una reforma salarial justa, para que las conductas delictivas no sean tan fáciles de elegir a la hora de buscarse el peso, porque en un país en el cual soldados y policías delinquen, lo normal será que el pueblo los imite y eso sería un desastre mayúsculo.