Violencia contra la mujer se nutre desventajas sociales
El 25 de noviembre se honra el Día de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. La pandemia del COVID-19 aumentó la violencia en casi todos los escenarios de la vida, sin dejar la que se ejerce contra la mujer.
En este orden, hemos abordado al psicólogo clínico y director del Centro de Intervención Conductual para hombres de la Procuraduría General de la República Dominicana, Luis Vergés, para ahondar sobre este tópico.
¿A qué obedece la conducta violenta del hombre hacia su pareja?
La violencia hacia las mujeres ocurre como resultado de varios factores que se combinan, entre ellos: vulnerabilidad de las víctimas de violencia, las cuales con mucha frecuencia no tienen una red de apoyo que les proteja; mentalidad abusiva de los ofensores, que se caracteriza por ideas exageradas de control, actitudes de merecimiento por encima de las mujeres, posesividad sobre sus cuerpos y sus ideas, celos, consumo de sustancias, entre otros factores que se combinan.
¿Cuándo suele manifestarse esa violencia? ¿En qué etapa de la relación?
En cualquier etapa de la relación; actualmente, en el país, cerca del 20 % inicia en el noviazgo o en el primer año de relación y sigue en aumento en los próximos cuatro años, donde ocurren el 59% de los casos en el país.
¿Cuáles serían los signos de alerta?
Dentro de los primeros signos que nos alertan se encuentran: intentos de sometimiento y control a través de chantajes, amenazas, restricción económica y de la pensión alimentaria de los hijos.
¿De se nutre esa violencia contra la mujer?
La violencia hacia las mujeres se nutre de las desventajas sociales, económicas, los mitos sobre los roles de género, la concepción autoritaria de los agresores, la falta de red de apoyo para las víctimas potenciales, la ausencia de consecuencias para los agresores y la normalización de la violencia por los medios de difusión socio cultural.
¿Cómo influye la educación del hogar en este sentido?
El hogar es el principal espacio de provisión de cuidados y también de informaciones que serán útiles para un buen ajuste presente y posterior ante las demandas de la vida. De ahí que transmite, tanto de forma verbal como no verbal, una serie de mensajes sobre cómo debemos manejarnos en las relaciones con las mujeres, muchos de los cuales legitiman formas de control y dominación de los hombres sobre las mujeres y de los niños sobre las niñas. Por estas razones es importante que tomemos en serio la idea de crear una plataforma hogareña para promover el respeto a los derechos de las mujeres desde temprana edad.
¿Qué estrategias sugiere para enfrentar los casos de la violencia contra la mujer?
Desde el punto de vista institucional, la violencia hacia las mujeres debe tomar en cuenta, en primer lugar, la protección y garantía de su derecho a no ser violentadas; en segundo lugar, tener espacios de ayuda profesional para que puedan acceder de forma gratuita a programas de recuperación emocional; en tercer lugar, ofrecer reeducación a los agresores para que dejen de violentar; cuatro, implementar programas para promover las ganancias del respeto y la equidad en materia de derechos fundamentales; y quinto, visibilizar a través de los medios de difusión socio cultural más las consecuencias que la impunidad de los hechos violentos cometidos. Desde el hogar es importante integrar a los padres a jornadas de sensibilización y prevención de violencia intrafamiliar; fortalecer los vínculos saludables entre los integrantes de los sistemas familiares y darnos cuenta de que la violencia interrumpe la ruta de acceso a relaciones saludables.
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