Meloni lamenta la muerte de Benedicto XVI, “un gigante de la fe y de la razón”

Tras el anuncio del fallecimiento de Joseph Ratzinger a los 95 años, ha comenzado una cascada de reacciones desde múltiples ámbitos, del religioso al político. Una de las más destacadas ha sido la de la primera ministra italiana, Georgia Meloni, líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia, que en su cuenta de Twitter ha lamentado la muerte de Benedicto XVI, al que califica de “gigante de la fe y de la razón”, ensalzando así a un tiempo su lado religioso y su altura teológica. “Puso su vida al servicio de la Iglesia universal y habló, y seguirá hablando, al corazón y a la mente de los hombres con la profundidad espiritual, cultural e intelectual de su Magisterio”, escribe la dirigente italiana. También lo ensalza como “una gran figura de la Historia que la Historia nunca olvidará” y afirma que ha comunicado al Vaticano que el Gobierno italiano comparte el dolor por la muerte del papa emérito.

Desde el país natal de Benedicto XVI, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha lamentado en la cuenta de Twitter como jefe de Gobierno, la pérdida de una “figura destacada” de la Iglesia católica y un “teólogo inteligente”, aunque también destaca su “personalidad controvertida”. El líder socialdemócrata alemán, en todo caso, recuerda que Ratzinger, como “papa alemán” era un líder especial para muchas personas, no solo en su país de origen. Finalmente, escribe que sus “pensamientos están con el papa Francisco”.

Por su parte, la presidenta de la comisión Europea, Ursula von der Leyen se ha declarado “entristecida” por la muerte de Joseph Ratzinger, de quien ha destacado su renuncia al Pontificado como una “potente señal”. “Se vio a sí mismo en primer lugar como servidor de Dios y de su Iglesia”, explica la líder del Ejecutivo comunitario. “Una vez que su fuerza física se desvaneció, siguió sirviendo a través de la fuerza de sus oraciones”, concluye Von der Leyen.

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En España, las primeras figuras de la política han comenzado a emitir mensajes de condolencia por el fallecimiento del emérito Benedicto XVI. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha enviado sus “más sentidas condolencias a la Iglesia Católica” por la muerte del papa emérito, al que califica de “gran teólogo entregado al servicio de los demás, la justicia y la paz”.

Antes que el presidente del Gobierno, uno de los primeros dirigentes españoles en expresar sus condolencias ha sido el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha publicado en Twitter un mensaje con una imagen de una audiencia que le concedió Ratzinger cuando era Papa en ejercicio y en el que expresa su “sentido pesar”.

Por su parte, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha difundido este sábado una nota en la que destacan, en estos “momentos dolorosos”, la relación del papa emérito con España, país que visitó en tres ocasiones durante su pontificado (en 2005, 2010 y 2011), informa J. A. Aunión. “Dejó una profunda huella en los corazones de los católicos de toda España. Durante sus ocho años de pontificado, reconoció la labor de la Iglesia española y la alentó en su fe en numerosas ocasiones, con sus gestos, discursos, actos y visitas a nuestro país. El comunicado destaca asimismo que Ratzinger aprobó en 2007 la proclamación como beatos de 498 españoles considerados como “mártires de la persecución religiosa en España en el siglo XX”. Se trata, según añade la nota, de “la mayor beatificación que ha tenido lugar en la historia de la Iglesia”.

El arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Carlos Osoro, ha destacado, en un mensaje en Twitter, las virtudes como Papa de Joseph Ratzinger, como la “pasión por la verdad, claridad en la transmisión de la fe y un profundo amor a la Iglesia”.

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