Muere el hombre que se quemó a lo bonzo ante el tribunal del juicio a Trump en Nueva York

El hombre que se roció con gasolina o algún otro acelerante y se prendió fuego este viernes frente al edificio del tribunal donde se celebra el primer juicio penal contra Donald Trump ha muerto, según ha anunciado el Departamento de Policía de Nueva York este sábado. El hombre fue identificado por la policía como Max Azzarello, de 37 años, procedente de St. Augustine, Florida. El día anterior fue fotografiado ante el tribunal con pancartas en que alertaba de un complot entre Trump y el actual presidente, Joe Biden, para dar un “golpe fascista”. El viernes, antes de prenderse fuego, lanzó al aire folletos con teorías de la conspiración.

El hombre se encontraba en el Collect Pond Park, una pequeña plaza arbolada que está enfrente del edificio de los juzgados. En la zona se han agolpado esta semana partidarios y detractores de Trump, curiosos y periodistas. También hace algo más de un año se dieron cita allí numerosas personas cuando Trump fue imputado por primera vez.

Hacia las 13.30 horas de Nueva York del viernes (seis horas más en la España peninsular), Azzarello sacó panfletos que propugnaban teorías de conspiración. Los lanzó al aire, luego se roció con un acelerante que llevaba en una pequeña lata metálica y se prendió fuego.

Los servicios de emergencia se llevan en una camilla al hombre que se prendió fuego este viernes a las puertas del juzgado donde se celebra el juicio a Trump.Reuters TV (via REUTERS)

Había un gran número de agentes de policía cerca cuando ocurrió, aunque sus propias barreras para impedir el acceso a la zona del tribunal les dificultaron acudir a socorrerle. Los agentes apagaron el fuego con extintores de mano. Tras ello, el hombre fue trasladado en ambulancia y hospitalizado en estado crítico, pero no ha podido sobrevivir.

Las calles y aceras de los alrededores del tribunal, incluido el acceso al parque, han estado en su mayoría abiertas esta semana. Solo el perímetro más cercano al tribunal, incluida la calle por la que Trump entra y sale del edificio de los juzgados, está acordonada y cerrada. La afluencia de público ha sido escasa y en gran medida ordenada. Ni siquiera el primer día del juicio hubo mucha gente. Algunos de los que acudían eran los mismos que ya habían estado cuando Trump fue imputado en abril de 2023.

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Tras quemarse Azzarello a lo bonzo, las autoridades señalaron que están revisando los protocolos de seguridad, incluida la posibilidad de restringir el acceso al parque. “Es posible que tengamos que cerrar esta zona”, dijo el subcomisario del Departamento de Policía de Nueva York Kaz Daughtry en una conferencia de prensa en el exterior del tribunal el viernes, según recogió AP. Añadió que los funcionarios discutirían el plan de seguridad pronto.

Azzarello era licenciado universitario por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill en 2009 y contaba con una titulación de posgrado por Rutgers (Nueva Jersey-New Brunswick). Sufría problemas mentales. Había compartido en redes sociales una imagen saliendo de un centro psiquiátrico. También en las redes compartía mensajes y escritos algo paranoicos. “Tenemos un problema de fascismo secreto”, era su descripción en su perfil de LinkedIn, donde aparecía como investigador autónomo como profesión desde marzo de 2023. Antes había tenido otra docena de ocupaciones en empresas y campañas, pero en ninguna había durado mucho. El jueves fue fotografiado con una pancarta en la que decía: “Trump está con Biden y están a punto de darnos un golpe fascista”.

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