Más allá del flujo de haitianos hacia RD
Los nacionalistas que hacen del fanatismo un ideal, solo observan y protestan el flujo de haitianos hacia este lado de la isla.
Ven una parte del problema y no aprecian la complejidad o los múltiples inconvenientes que se originan en Haití. El crimen organizado, por ejemplo.
En el vecino país abundan las bandas, y tantas que crean un orden contrario al establecido. Los policías son pocos, y mal entrenados, cada día controlan menos.
No hay que pensar mucho para darse cuenta de que en un conglomerado económicamente pobre y políticamente inestable, cualquier delincuente se hace rey.
Como el tuerto donde abundan los ciegos.
Los secuestros son tan frecuentes que los haitianos acomodados viven en zozobra, y no solo clase media alta, sino los muy ricos.
No se conoce de asociación con dominicanos, pero todo es posible, pues la delincuencia no tiene territorio ni bandera.
La situación empieza a preocupar, se temen los contagios y quiere írsele alante a la enfermedad. Prevención antes que cura.
Esa situación explica la presencia del director del DNI en Haití la semana pasada: Conociendo in situ, coordinando y afinando colaboración de inteligencia.